martes, 25 de junio de 2013

La capital del silencio

Mi mirada se pasea por una ciudad, que recorro desde que tengo conciencia; pero parece que no la conozco. Los bares atiborran sus calles, al igual que las flores los campos primaverales. De belleza dudosa, esta ciudad es sumamente silenciosa (si careces de aprecio hacia los ataúdes rodantes).
La gente está excitada, algo va a pasar. Tengo la vaga sensación de que yo también me sentía así... "la Feria" esas palabras bailan en mi paladar, pero no llego a degustarlas. Mis pasos me llevan hasta un parque menudo que me recuerda a varios jardinillos mezclados en uno solo. Una enorme puerta de hierro se yergue imponente rodeada de una muralla blanca.
Poco a poco; el ruido de música, risas y conversaciones llena el ambiente. Siento un cosquilleo en la punta de los dedos al cerrar los ojos y dejar que este lugar me absorba... Cuando noto la cabeza inusualmente relajada, una cafetería se aparece ante mí. Es usual y nada atrayente, pero el olor a café la inunda. Si es que a eso se le puede llamar "café"... creo que deberían llamarlo "extracto de gota de café"
Trago el disgustoso líquido y veo una cara conocida. Esta se acerca y me sonríe mientras me arrastra hasta lo que llama "fiesta de verdad".
Ah... tantos años viviendo aquí y sigo sin conocer esta pequeña ciudad. Espero que en algún momento consiga conocerla como la palma de mi mano... seguro que eso no ocurre. Quiero abrir las alas y pasearme por ciudades ajetreadas y llenas de ruido. Porque algo de lo que nunca podré escapar es del silencio de esta dichosa ciudad.

lunes, 24 de junio de 2013

¿Quieres seguirme?

El viento levanta el polvo que cubre el deprimente alba. El Fin ha llegado pero no me ha llevado con él... "¿por qué?" suelo preguntarme. Todavía no tengo la respuesta; pero creo que no me conviene saberla. Salto los escombros del Ayer y busco la senda del Mañana. ¿Porqué, que es el presente sino un camino lleno de obstáculos que nos entorpecen el tiempo que pasamos recorriendo ese camino para llegar al futuro?
De todos modos, ya da igual. He encontrado algo me hace confiar mis ilusiones a Esperanza, la cobarde. Se llama Poesía; lo sé es un nombre raro y un poco feo, pero tienes que oírle hablar y entenderás porque pienso así.
Me ha prometido que me sacará de este lugar si Esperanza nos acompaña y Fe se convierte en mi hermana. Creo que es una utopía, pero es tan hermosa esa utopía... ¡Qué mas da! Correré y buscaré ese mañana con todas mis fuerzas. 
Bueno, creo que es un buen momento para preguntarte: "¿Quieres seguirme?"


martes, 18 de junio de 2013

Feliz Fracaso

Los sentimientos se acumulan en mi pecho, no tienen por dónde expirar.
El miedo excava hasta los cimientos de mi conciencia, ya jubilada.
Evito pensar en ello y lo expulso hasta los límites de mi mente.
Pero las palabras vuelven. Fracaso se tatúa sólo en mi frente. Sudo de terror, esto no soy yo.
Abro los ojos hacia la luz y suelto todo lo que no puede salir. Los sueños y metas me sostienen atada al suelo, ya que me he hecho muy ligera. La gente que puede entenderme sin hablar me sonríe orgullosa. Mi mirada se vuelve vibrante, como una pequeña mariposa. No soy famosa, pero ¿qué importa cuándo se trata de ser feliz?
Cómo un rayo, cruza mi mente la prominente frase "El artista es mediocre cuando razona en vez de sentir" Lo siento, siempre seré mediocre. Razonar es mi talón de Alquiles incurable. Perdóname, pero creo que seré feliz viviendo con Fracaso como compañero de ocasos...
 
 


lunes, 10 de junio de 2013

¿Qué fue de mi infancia?

Los peces andan tranquilos y las ardillas bucean juguetonas. Los pájaros nos lanzan maíz y las almohadas hacen guerras de humanos. Las palomitas comen microondas y los relojes van hacia atrás; persiguiendo al tiempo. Los papeles pintan a los lápices y el suelo llueve barro.
Mis profesores estudian mis exámenes, pienso con los pies y como por los ojos. Las ranas huyen de las moscas y los muñecos hablan mientras toman té. La cenicienta es rica y el príncipe desconocido. Los enanitos miden dos metros y Blancanieves envenena a la bruja.
Los ladrones encarcelan a los policías. El dinero crece en los árboles y los políticos no existen. Las armas lanzan algodón y los robots limpian las calles. Los perros pasean solos y los gatos juegan al cricket con sus bolas de pelo. Las jirafas no son más altas que yo y la Tierra deja que el Sol baile a su alrededor. Alicia pinta las rosas azules y el gato vuela. El sombrerero loco tiene pánico a las agujas y odia el té.
Simba es un gatito peludo y Mufasa un Chow-Chow. Sebastián es verde y Ariel rubia de bote. Los pintauñas usan las uñas para pintarse y las vacas comen queso. El mar es naranja y los delfines bailan sobre el agua. Tarzán es un disciplinado inglés y Jane una salvaje. Antonio viene de Paco y por las noches hay sol.



¿Volveríamos a ser lo mismo?

Miramos los álbumes viejos y roídos por el tiempo; buscando pedacitos de aquel tiempo. Pero no tenemos álbumes juntos; sólo cicatrices conjuntas. Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco nos dijeron que fuera difícil. Porque en el amor, se hiere de peores maneras que en la guerra; porque tus labios no buscaban los míos; porque mi corazón dejo de perseguirte por los pasillos.
¿Qué nos ha pasado? Ni yo lo sé, lo único que llego a comprender es que ya no estas. He cambiado, pero creo que para mal; ya no río de verdad ni busco la felicidad. Te fuiste y dejaste un vacío que he estado llenando de pinceladas. Sí, pinceladas; esas con las que te hacía enojar. Añoro aquel tiempo, cuando las noches eran nuestro tiempo muerto y las estrellas bombillas de neón. Las caricias verdaderas y los susurros inconscientes.
¿Por qué acabo así? Te equivocas; no ha terminado acaba de empezar. Por fin no necesito tu sombra para sentirme bien, ni tu voz para dormir. Ahora estoy sola, pero no siento soledad. Tengo ideas y un lápiz interminable que me permite revivirte cada amanecer; en aquella curva donde nuestras vidas se estrellaron para no volver a ser lo mismo.
¿Me arrepiento? Nunca. Hemos sufrido mucho juntos, pero yo más. Siempre fui más blanda que tu, pero no menos persistente. ¿Puedes ver esta cicatriz en mi cara? Es de la despedida brusca que tuvimos, aún escuece, pero consigo olvidarme de ella. Espero que el corte de tu labio esté bien, no suelo responder así; pero hay cosas que no pienso permitirte.
 Bueno, espero que entiendas que esto es sólo una respuesta a tu fatídica pregunta: "¿Volveríamos a ser lo mismo?"