lunes, 10 de junio de 2013

¿Volveríamos a ser lo mismo?

Miramos los álbumes viejos y roídos por el tiempo; buscando pedacitos de aquel tiempo. Pero no tenemos álbumes juntos; sólo cicatrices conjuntas. Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco nos dijeron que fuera difícil. Porque en el amor, se hiere de peores maneras que en la guerra; porque tus labios no buscaban los míos; porque mi corazón dejo de perseguirte por los pasillos.
¿Qué nos ha pasado? Ni yo lo sé, lo único que llego a comprender es que ya no estas. He cambiado, pero creo que para mal; ya no río de verdad ni busco la felicidad. Te fuiste y dejaste un vacío que he estado llenando de pinceladas. Sí, pinceladas; esas con las que te hacía enojar. Añoro aquel tiempo, cuando las noches eran nuestro tiempo muerto y las estrellas bombillas de neón. Las caricias verdaderas y los susurros inconscientes.
¿Por qué acabo así? Te equivocas; no ha terminado acaba de empezar. Por fin no necesito tu sombra para sentirme bien, ni tu voz para dormir. Ahora estoy sola, pero no siento soledad. Tengo ideas y un lápiz interminable que me permite revivirte cada amanecer; en aquella curva donde nuestras vidas se estrellaron para no volver a ser lo mismo.
¿Me arrepiento? Nunca. Hemos sufrido mucho juntos, pero yo más. Siempre fui más blanda que tu, pero no menos persistente. ¿Puedes ver esta cicatriz en mi cara? Es de la despedida brusca que tuvimos, aún escuece, pero consigo olvidarme de ella. Espero que el corte de tu labio esté bien, no suelo responder así; pero hay cosas que no pienso permitirte.
 Bueno, espero que entiendas que esto es sólo una respuesta a tu fatídica pregunta: "¿Volveríamos a ser lo mismo?"

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